El “astroturfing”, la trampa de moda en las redes sociales
Muchos políticos, empresas y personalidades públicas ya han usado esta técnica para mejorar su posicionamiento en las redes sociales y mostrar una imagen de gran éxito e influencia social en un tiempo record. El último en unirse en nuestro país ha sido el propio Mariano Rajoy. Te explicamos cómo detectarla y algunas de las empresas que se dedican a esta actividad.
Desde que se vio el potencial de las redes sociales en el mundo empresarial muchoshan sido los que se han apuntado al carro de tener su propio perfil para poder comunicarse de forma más directa con sus seguidores o followers. Cuantos más mejor pues muestran una imagen de mayor influencia social. Aquí es donde entra en juego el “Astroturfing”.
Su objetivo es el siguiente: lograr ser un “influencer” o que todo lo publicado se convierta en “trending topic”. Para lograrlo buscan conseguir una cantidad desmesurada de seguidores de manera artificial y rápida generando una falsa popularidad en la red en muy poco espacio de tiempo y sin ninguna razón aparente.Hay muchas empresas dedicadas a proporcionar falsos seguidores y hasta mandan mensajes directos a los usuarios de las redes sociales explicando que por muy poco dinero pueden conseguir muchos seguidores.
Interesante es hablar también de otra práctica muy usada en EE.UU el Personal Management Software. Una aplicación que permite manejar a un mismo individuo múltiples cuentas por lo que puede así, fácilmente, multiplicar el número de seguidores y clicks.
Por suerte tenemos herramientas que nos ayudan a detectar estos casos, algunas son gratuitas como Fake Follower Chek , que analiza la calidad de nuestros seguidores, o Social Bro y Twitter Audit, que nos muestran estadísticas sobre visitas, comentarios, likes, etc… Unas estadísticas que no son coherentes con el número de seguidores nos pondrán en alerta sobre un caso de “Astroturfing”
Como ya hemos dicho, el caso más reciente en nuestro país es el de Mariano Rajoy y el repentino aumento masivo de seguidores árabes en muy corto espacio de tiempo y sin ninguna razón aparente que coincidiera con algún acto oficial o de campaña. Pero no es el único caso sonado: en EE.UU el político y empresario Mitt Rommey sumó nada más y nada menos que 100.000 seguidores en un fin de semana. Y tampoco hay que olvidar a las empresas que crean tendencias de opinión masivas para eclipsar malas opiniones de empleados, consumidores, etc… o conseguir clientes.
Para no tener que recurrir a estas prácticas recomendamos ofrecer contenidos actuales, interesantes, de calidad, con un tono dinámico y cercano que fomenten la viralidad y el feedback con nuestros seguidores, ya que, al final, el objetivo de las redes sociales es el contacto más directo y real con el público.
Alicia Aragón
Social Media Strategist
Duomo Comunicación